Cuando se emprende un negocio, asumir riesgos es una decisión implícita, aunque muchas veces no sea percibida como tal. Ignorar los riesgos o no gestionarlos adecuadamente también es una forma de asumirlos, con consecuencias que pueden ser devastadoras: más del 75% de las empresas que enfrentan un siniestro grave no logran reanudar su actividad debido a daños financieros, pérdida de clientes y falta de competitividad tras la interrupción.
En este cuadernillo elaborado para la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Valencia exponemos un abordaje de la gestión de riesgos claro y práctico.